carrera abarcó la vida de tres generaciones y su voz pudo oirse en medio de las controversias
culturales de los Estados Unidos (y del extranjero) desde el decenio de 1890 hasta su muerte en
1952, cuando tenía casi 92 años.
A lo largo de su extensa carrera, Dewey desarrolló una filosofía que abogaba por la unidad entre la teoría y la práctica, unidad que ejemplificaba en su propio quehacer de intelectual y militante político.
Su pensamiento se basaba en la convicción moral de que “democracia es libertad”, por lo que dedicó toda su vida a elaborar una argumentación filosófica para fundamentar esta convicción y a militar para llevarla a la práctica.
El compromiso de Dewey con la democracia y con la integración de teoría y práctica fue sobre todo evidente en su carrera de reformador de la educación.
Dewey considera que los conceptos en los que se formularon las creencias son construcciones humanas provisionales. Critica el enfoque clásico sobre el conocimiento.
El concepto principal relacionado con la teoría del conocimiento es "experiencia".
Dewey rechaza un conjunto de doctrinas pedagógicas de variado signo:
- La educación como preparación.
- La educación como desenvolvimiento.
- La educación como adiestramiento de la facultad.
- La educación como formación.
- Consideración de alguna experiencia actual y real del niño.
- Identificación de algún problema o dificultad suscitados a partir de esa experiencia.
- Inspección de datos disponibles, así como búsqueda de soluciones viables.
- Formulación de la hipótesis de solución.
- Comprobación de la hipótesis por la acción.
(1) Enlace para descripción completa de la biografía y obra de Dewey.
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